Un estudio de Nielsen nos alerta sobre la importancia creciente de las redes sociales, por la variación de los hábitos y actitudes de compra en los últimos años. Fabricantes y distribuidores deben adaptarse a un nuevo tipo de consumidor. El 84% de los Productos de Gran Consumo (PGC) que entran en el hogar los compra el […]
Un estudio de Nielsen nos alerta sobre la importancia creciente de las redes sociales, por la variación de los hábitos y actitudes de compra en los últimos años.
Fabricantes y distribuidores deben adaptarse a un nuevo tipo de consumidor. El 84% de los Productos de Gran Consumo (PGC) que entran en el hogar los compra el ama de casa. Pero los fabricantes y distribuidores ya no están ante la clásica tradicional ama de casa a la que se llega fácilmente por la televisión para venderle sus productos: los grandes cambios sociales, culturales y económicos que vivimos en los últimos años se han acelerado con la crisis, y estamos ante un panorama absolutamente nuevo y que sigue cambiando día a día. No se trata sólo de que los consumidores tienen menos dinero para comprar, es que además lo hacen de forma radicalmente diferente.
Las redes sociales no son sólo cosa de jóvenes: 15 millones de españoles usa Facebook, entre ellos el 74% de los que tienen de 15 a 34 años, pero también un 36% de los que tienen de 35 a 49 años. Estas personas activas “online” tienden a serlo también en mayor medida “offline”, como han demostrado con fenómenos como el 15M: participan y acuden más a eventos deportivos, musicales, culturales, dan más su opinión en los medios de comunicación, siguen más las marcas y los famosos.
Es evidente que en estos tiempos han cambiado los comportamientos en las compras: se comparan más los precios, se miran más los tickets, influyen más las ofertas, se usan más las tarjetas de fidelización, se compran más productos congelados y más marcas del distribuidor; se conceden menos caprichos y se come menos fuera de casa. Ante esta nueva situación, las marcas deben generar una corriente de opinión positiva hacia ellas. El consumidor quiere “sentirse inteligente y orgulloso de escoger esa marca con la que ahorro o con la que sé que compro lo mejor”. No hace mucho era positivo descubrir cosas nuevas, decir “esto no lo he visto nunca”; ahora es «de esto he oído hablar». O, por decirlo de otra forma, antes el vendedor era el que vendía al consumidor; ahora el consumidor es el que elige, decide y compra.
Artículo completo: BNConsumidor -Redes Sociales – Nov-2011 -Nielsen